jueves, 5 de agosto de 2010

Nadie espera que abra este blog

Nadie está impaciente.
Cada día que pasa me insiste y me dice: “Dale, che, ¿cuál es el problema? ¿Cuándo vas a abrir el blog?”. Ya me da vergüenza esquivarlo, es muy perseverante. No deja de llamarme, de mandarme mensajes, me escribe mails e incluso cuando me cruza por la calle me recalca la necesidad absoluta de que abra un maldito nuevo e innecesario blog. Es que ya lo tengo instalado en mi cabeza, mis pensamientos versan sobre la orden de lo que dicta el día y, al mismo tiempo, la idea de lo que tengo que hacer según él. Abrirlo de una vez. Sólo abrirlo.
Nadie lo espera. Nadie lo quiere. Nadie lo desea con todo su corazón.
Por eso se lo dedico. Al fin está abierto y promete ser un lugar para compartir la literatura y lo literal, para mostrar el todo y la nada, para sentir imágenes sonoras y sonidos pictóricos, y así poder llenar un espacio vacío en la infinita red que no para de crecer. En fin, una gota más de cacofonía.
Y, ahora, Nadie está satisfecho.

1 comentario:

  1. !buenísimo , Mati, está muy bueno este texto, te deseo toda la suerte, que no dudo vas a tener.

    Besosssssssss

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